LOGO

SUBTITULOS

Misterios.

SUBTITULO - DERE A IZQUI

Información y Noticias

lunes, 11 de marzo de 2013

Caso real: psiquiatras logran que un “vampiro” deje de beber sangre


Aunque lo más lógico sería no creerlo, el caso es real. Un joven turco tenía impulsos por tomar sangre. Por eso se cortaba partes de su cuerpo para que la sangre chorreara en un vaso y después pudiera tomarla. Pero además pinchaba y mordía a otras personas cuando la necesidad lo requeríaEl caso fue diagnosticado como desorden de “vampirismo” y fue tratado con éxito por un equipo de psiquiatras del Hospital Militar de Denizli, en Turquía.
La historia de este joven, de 23 años, la dio a conocer en agosto del año pasado el doctor Direnc Sakarya, parte del equipó que atendió al paciente, en el artículo “‘Vampirismo’ en un caso de trastorno de identidad disociativo y trastorno por estrés postraumático”,  publicado en la Journal of Psychotherapy and Psychosomatics; y rápidamente llegó a los medios turcos con titulares como “El primer vampiro turco”.
“No es la primera persona con un comportamiento de consumo de sangre de la que se tiene noticia en la literatura, pero es el primero con un trastorno de identidad disociativo y comportamiento de consumo de sangre“, explicó Sakarya a la agencia EFE. Cuando el paciente comenzó el tratamiento tenía una depresión crónica, problemas de alcohol y hacía dos años que era aficionado a beber sangre.
“Vino con un historial de cortes con una cuchilla de afeitar en sus propios brazos, pecho y estómago para dejar caer la sangre en un vaso y beberla. Cuando experimentaba una compulsión por beber sangre ‘tan urgente como respirar’ hay constancia de que acudía a otras fuentes”, contó Sakarya.
El joven “vampiro” había sido arrestado en varias ocasiones por morder o pinchar a otras personas para beber su sangre. Incluso llegó a buscar bolsas de bancos de sangre. Aún así, desde el hospital aseguraron que nunca quiso hacerle daño a nadie y que su problema tenía que ver con episodios traumáticos de su vida, como la muerte de su hija a los cuatro meses y haber presenciado el asesinato de su tío  y de otra muerte violenta.
Hoy, sus transtornos disociativos se mantienen, pero ya dejó de ser un caso de vampirismo.
“El paciente se ha beneficiado de nuestro tratamiento en aquel momento. Su hábito de beber sangre no era una adicción, era el resultado de problemas sicológicos que yacían en el fondo. Nos centramos en ese trastorno básico y la conducta de beber sangre terminó”, aclaró el experto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario