Los mencionados estallidos espaciales, conocidos como Estallidos Rápidos de Radio (Fast Radio Bursts, FRB), que duran tan solo unas milésimas de segundo, son detectados por telescopios desde el 2001. De momento, nadie sabe realmente de dónde vienen ni por qué ocurren.
No obstante, se considera que la brevedad de los estallidos significa que su fuente tiene que ser pequeña, de cientos de kilómetros de diámetro como máximo, por lo que no pueden provenir de estrellas ordinarias. Además, parecen tener su origen fuera de nuestra galaxia.
Un nuevo estudio de John Learned, de la Universidad de Hawái en Manoa, y Michael Hippke, del Instituto de Análisis de Datos en Neukirchen-Vluyn, Alemania, ha encontrado que los estallidos se alinean de una manera que no puede ser explicada por la física cósmica existente, informa la revista New Scientist.
Los resultados de las investigaciones implican cinco fuentes de las explosiones que están a distancias igualmente espaciadas de la Tierra, a miles de millones de años luz. Según Hippke, hay algo realmente interesante que hay que entender. «Esto sería una nueva física, como un nuevo tipo de pulsar, o extraterrestres, si podemos excluir todo lo demás», concluyó.